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Otras alfombras rojas: Festivales de cine en el mundo rural

Ilustración: Guillermo Fdez. Oroz
Ilustración: Guillermo Fdez. Oroz

Según la R.A.E. “Festival es un concurso o exhibición de manifestaciones artísticas o deportivas”. En el caso del tema que nos ocupa, “concurso o exhibición de manifestaciones artísticas cinematográficas”.

En la actualidad, en Aragón tenemos un buen número de festivales de cine. Aunque, ya en Zaragoza, en 2014 se realizaron unos siete en total, y el Festival Internacional de cine de Huesca celebró su 42º edición, la realidad es que de los más de veinte festivales de cine que se han hecho en 2014, la gran mayoría han sido en los pueblos de nuestra geografía. Muchos ya tienen muchos años, como el FESTILA, en La Almunia de Doña Godina y otros, como el de Festival de cine de Fuentes, en Fuentes de Ebro, han sido un excelente medio de promoción para artistas aragoneses. Exiten el Obuxofest, el Festival de cine mudo de Uncastillo, el Certámen de cine de Bujaraloz, el de Cine y Mujer en Andorra, la muestra de cine animado de Ainzón, el de cine y comedia de Tarazona o la muestra de cine invisible de Benásque. Todos ellos de gran calidad, pero queremos centrar las miradas en aquellos festivales o muestras cuya temática principal o parte de ella, trata sobre el mundo rural en sí mismo.

El pueblo como sala de cine
El objetivo común en todos ellos es situar el pueblo en el mapa pero aquí van más allá e invitan a la reflexión sobre lo que significa vivir en un pueblo. En Urrea de Gaen (Teruel) lo tenían claro y por ello, desde el 2010, el Centro de Estudios del Bajo Martin organiza el FESTIFAL, un festival de cine al uso, en el que los concursantes presentan sus cortos y documentales pero con el requisito imprescindible de tener una temática rural, para que luego un jurado seleccione quince finalistas entre todos los trabajos recibidos y que se proyectan en el festival.
“Cine grande en pequeño” es una red de festivales independientes que nació en 2013 con los objetivos de coordinar, apoyar, formar y difundir a pequeños festivales con vocación de mostrar un cine alternativo en pequeños pueblos. A dicha red pertenecen tres que se realizan en territorio aragonés. En Boltaña, en Ascaso y en Aineto.
En Boltaña, la sección de audiovisuales del Centro de Estudios de Sobrarbe, con el apoyo del servicio de cultura de la comarca, organiza desde el 2002 el Festival internacional de documental etnográfico “Espiello”. El nombre, “espejo” en aragonés, lo eligieron al hilo de su intención de unir cine y etnografía, esto es, crear un reflejo con el que poder observar cómo los ven desde fuera, como ven a los demás y cómo se ven ellos mismos.
Sin dejar Sobrarbe, tenemos el Festival de Cine más pequeño del mundo. Ascaso es una aldea que fue abandonada como muchas otras por sus vecinos en busca de un futuro fuera y que ha sido recuperada afortunadamente. Asi pues, en 2011 nació la Muestra de Cine de Ascaso, cuyo objetivo es enseñar el cine de autor trabajos alternativos y de gran calidad pero que no tienen cabida en los circuitos comerciales. Y que mejor lugar para este “cine pequeño” que un festival pequeño pero que con el gran trabajo de los implicados, junto con el apoyo logístico del Ayto. de Boltaña, la Comarca de Sobrarbe y mas de 30 voluntarios han logrado que poco a poco se vaya consolidando dentro de los circuitos.
Precisamente, en otro pueblo recuperado, se realiza desde el 2012 otra muestra de cine rural. Bajo el lema de “Ruralidad, Rebelión y Resistencia”, los habitantes de Aineto, un pueblo autogestionado situado en la zona de La Guarguera. Pertenecen, junto a “Espiello” y la muestra de cine de Ascaso a la “Red de cine pequeño”, un punto de unión y coordinación nacido en octubre del 2013 para llevar el cine a pueblos pequeños y dinamizar la vida rural y encontrar alrededor del cine nuevos espacios socioculturales.


Texto: Diego Medina @oreillegtturbo
Ilustración: Guillermo Fernández Oroz