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Entrevista: Arepabollo y las jornadas lesbotransfeministas

Las I Jornadas Lesbotransfeministas Arepabollo son unas jornadas, que se celebran los dos primeros fines de semana de septiembre, surgidas a partir del colectivo de mujeres bolleras de Towanda. Como nos cuentan “partimos de nuestro activismo, de nuestra experiencia vital y política habitando identidades disidentes”, para organizar talleres, charlas, comidas, cafetas y fiestas dirigidas a “mujeres, bolleras y trans de todo el Estado” durante los dos primeros fines de semana de septiembre.

Nuestro nombre Arepabollo surge de un deseo de reapropiación. Todas teníamos claro que la palabra bollo tenia que aparecer en nuestro nombre del grupo. Una compañera nuestra de procedencia latinoamericana nos explicó que allí a las lesbianas les insultan con el término arepa. Con el fin de vaciar de contenido peyorativo el insulto de lesbiana, reivindicando nuestra existencia y nuestra vida, decidimos parirnos con el nombre de arepabollo, una reivindicacion interseccional.

Acerca de las jornadas

¿En qué consisten las jornadas Arepabollo? (dónde se celebran, fechas…)

Las Jornadas Arepabollos Lesbotransfeministas dirigidas para mujeres, bolleras y trans, nacen dentro del Colectivo Towanda de Zaragoza. Éste es un colectivo LGTBQI que lleva 15? años trabajando por la diversidad y ofreciendo diversas actividades y servicios para esta comunidad.

Las jornadas se celebran en Zaragoza y abarcan los dos primeros fines de semana de septiembre: del jueves 3 al sábado 6, y del jueves 10 a sábado 13. La mayoría de los talleres se van a realizar en el Espacio Treziclo (C/ Liñán 8), local que Towanda comparte con otra serie de colectivos. También estaremos en el Solar del Conejo (C/ Coso 182) los dos sábados, donde ofrecemos una comida vegana encargada en el bar-restaurante vegano y vegetariano El Plato Reberde (C/ San Lorenzo 5).

Cartel Arepabollo

¿De dónde surge la idea y por qué?

La idea de estas jornadas surge de algunas componentes del grupo de mujeres de Towanda. El grupo se formó hace dos años y su objetivo principal fue crear un espacio donde mujeres lesbianas pudiésemos encontrarnos una vez a la semana y compartir nuestras experiencias, nuestras vivencias y nuestras diferencias. Así, realizamos actividades internas como sesiones de autoconciencia, visualización de películas, debates, etc. Además, varias de nosotras llevábamos un tiempo participando en activismo feminista y transfeminista en Zaragoza y otros lugares como Madrid o Tafalla. Identificándonos todas como lesbianas políticas, compartimos el deseo de organizar unas jornadas a nivel estatal para crear un lugar donde reunir tanto colectivos como personas individuales, trabajando temas que nos interesan y nos afectan. A partir de aquí, lanzamos una convocatoria de asamblea abierta y se formaron las Arepabollos como un grupo de trabajo de Towanda dedicado a la preparación de estas jornadas. Así, desde principios de este año empezamos a reunirnos para tratar de darles forma, pariendo con mucho cariño este resultado del que estamos muy orgullosas. Esperamos ilusionadas que en septiembre todas las compañeras lesbotransfeministas que puedan acudir disfruten tanto de estos dos fines de semana como nosotras hemos disfrutado preparando esta programación y estas actividades.

Sobre el enfoque de las actividades

¿Qué es el lesbotransfeminismo? ¿Qué puede aportar a nuestro panorama cultural y político?

No creemos en las definiciones cerradas, ni de un concepto, ni de una identidad; no somos quién para decir qué es el lesbotransfeminismo, por lo que vamos a explicar aquí qué es el lesbotransfeminismo tal y como lo entendemos y lo vivimos nosotras. El lesbotransfeminismo es nuestro modo de vida, de situarnos en el mundo, de hacer activismo y de hacer política. Entendemos el lesbotransfeminismo como una interacción discursiva y práctica política entre el feminismo, el lesbianismo político y la lucha trans. Para nosotras, este concepto visibiliza la multiplicidad del sujeto feminista y da cuenta de la pluralidad de opresiones que existen y que sufrimos las que vivimos en los márgenes. El lesbotransfeminismo nombra, afirma y engloba nuestra posición en el mundo como lesbianas, la existencia de cuerpos disidentes, la deconstrucción del género, el cuestionamiento de la norma heterosexual y la visibilización de sus efectos violentos, la articulación de discursos minoritarios… Reivindica nuestro derecho a fluir, a cambiar, a movernos, a guiarnos por nuestro deseos, a identificarnos con una identidad, a des-identificarnos, a romper la cárcel de la norma, a salir de los modelos hegemónicos en los que no somos bien recibidas ni queremos serlo. Es el lugar donde interseccionan el color, la clase, el género, la sexualidad, la procedencia… y donde podemos convertir todas estas diferencias que nos atraviesan y que son marcas de opresión, una fuente inagotable de poder y de alegría.

Nuestro lesbotransfeminismo aporta un nuevo imaginario, una forma alternativa de entender nuestras identidades y nuestros cuerpos y una forma de vida diferente, enriquecedora y no discriminatoria. Expandimos los límites para acoger a todas las que reniegan del patriarcado, del binarismo de género, de la institución heterosexual, del capitalismo, del especismo… Y, por supuesto, aporta una forma distinta de hacer política. Situadas en el extrarradio del sistema, hacemos política con nuestra existencia, nuestras identidades y no-identidades, nuestra forma no violenta de relacionarnos y desearnos. Seguimos afirmando, incansables, como lo hicieron hace décadas nuestras compañeras feministas, que lo personal es político. El lesbotransfeminismo es para nosotras, en definitiva, ese lugar donde podemos ser quienes queremos ser, nombrarnos con nuestras propias palabras, resistir a la violencia del mundo masculino blanco heterosexual, disfrutar como se nos ocurre… y respirar.

¿Cuáles son los objetivos de estas jornadas?

Las Arepabollos hemos organizado estas jornadas con diversos objetivos comunes. El objetivo principal por el que empezamos a prepararlas fue el de traer a Zaragoza una serie de actividades y talleres que pudieran responder a nuestros intereses, abordando temas, cuestiones, preguntas y problemas que nos preocupan y afectan. Además, queríamos crear en nuestra ciudad un espacio seguro, libre de agresiones y de cualquier tipo de discriminación. Como lesbianas políticas, otro de los objetivos clave de nuestras jornadas ha sido desde el principio visibilizar nuestra existencia y reivindicar nuestra identidad, nuestras formas de vida, de relacionarnos, de militar, de disfrutar… que se apartan de los modelos hegemónicos. Al principio, las jornadas se pensaron como algo muy modesto y austero, contando solo con las compañeras de Zaragoza. Sin embargo, Towanda nos dio la posibilidad de hacer un llamamiento a diferentes colectivos a nivel estatal, por lo que, automáticamente, conocer otros colectivos, trazar relaciones con compañeras fuera de nuestra ciudad, y buscar estrategias y herramientas para trabajar juntas, pasaron a ser otros de nuestros importantes objetivos. Las Arepabollos queremos celebrar con todas nuestras compañeras que somos renegadas del heteropatriarcado, que subvertimos el género, que habitamos en los márgenes y que nos acostamos en el extrarradio del mundo con quien nos sale del coño.

Por supuesto, la palabra cuidados ha estado encima de la mesa desde la primera asamblea. Tenemos el objetivo, el compromiso ético y político y la responsabilidad de cuidar a todas las personas que vienen a nuestras jornadas, tanto a todas las talleristas que nos ofrecen actividades potentísimas de forma altruista, como a todas las compañeras que se van a acercar y alojar en Zaragoza en estos dos fines de semana para trabajar y disfrutar con nosotras. Estamos haciendo todo lo posible e invirtiendo gran parte de nuestro tiempo en que encuentren las máximas facilidades para poder venir y que, una vez aquí, se sientan cuidadas, atendidas y como en casa. La colaboración de diversos colectivos, movimientos sociales y activistas de Zaragoza está siendo un apoyo importantísimo e imprescindible para poder realizar este objetivo.

Por último, nos gusta señalar que uno de nuestros objetivos en todo momento es disfrutar. Disfrutar con nuestras compañeras y amigas durante la preparación de las jornadas, pasarlo bien en cada asamblea y reírnos de nuestros agobios de última hora, apoyarnos y ayudarnos las unas a las otras a lo largo de estos meses cargados de trabajo… así como ofrecer dos divertidísimos fines de semana a todas las compañeras que vengan a celebrar con nosotras que somos identidades y cuerpos disidentes.

Logo Arepas

Programación

Observamos mucha presencia de personas conocidas y menos conocidas en el panorama transfeminista estatal, ¿podéis explicarnos un poquito los talleres y quiénes son las talleristas?

Durante las Jornadas vamos a poder disfrutar tanto de talleres, juegos, performances, ponencias, fiestas y algún concierto. ¡Es una maravilla! los colectivos e individuas se muestran muy dispuestas e ilusionadas por venir a la ciudad a compartir con nosotras y nosotres sus conocimientos y sus sentires. Crear redes, compartir en espacios seguros, disfrutarnos en sororidad, son momentos que se viven en este tipo de encuentros tan auténticos y transgresores.

Haciendo un repaso a todas las actividades nos encontramos con mucha diversidad. Era nuestra intención y creemos que hemos podido crear un calendario muy motivador.

Comenzamos el jueves 3 de Septiembre con la inauguración y presentación del programaen el Espacio Treziclo,con invitadas poetas residentes en Zaragoza. Elvira Lozano,periodista y librera del centro social librería La Pantera Rossa. Inés Povar, filósofa activista transfeminista y Leyre Franco filósofa escritora de relatos. Con ellas disfrutaremos de un recital de poesía. Todo esto acompañado de rico tapeo vegano y nuestra barra autogestionada que estará durante todas las Jornadas en el Espacio Treziclo.

El primer fin de semana viene Diane, residente en Madrid, activista transfeminista, locutora de Sangre Fucsia y Kinky. Conocedora del juego BDSM, del cual impartirá un “Taller BDSM para principiantes”, una introducción a las prácticas sexuales no normativas dentro (y más allá) de las siglas del BDSM con especial atención a desarrollar consensos entre las personas implicadas en el juego. Esto será para un número reducido de personas donde aún es más intensa la magia de grupo.

También contamos con la presencia de “Desmontando a la Pili”,cooperativa de mujeres residentes en Zaragoza que entienden la sexualidad como parte integral del desarrollo de las personas. Ellas nos traen el “TransBolloTuppersex Anticapitalista”desde la economía social. En el que construir un espacio de seguridad donde a través de los productos eróticos, la alegría y los placeres, se desmonte la sexualidad heterocentrada y patriarcal, así como el uso capitalista del sexo.

Por otro lado, viajan desde Navarra “LumatzaNafarroa”.Colectivo de bolleras feministas de Iruña, que tratan temas muy diversos en torno a las problemáticas que nos atraviesan como bolleras y como mujeres. Hacen jornadas postporno, formaciones en feminismo y transfeminismo, ciclos de cine, charlas, concentraciones de denuncia, manifestaciones, actividades de sensibilización y fiestas feministas que son lugares de encuentro y espacios de seguridad para bolleras, trans y mujeres. Su charla debate nos interesa a las personas que nos identificamos como bolleras: “Repensando la violencia desde el bollerismo” sobre la violencia que se da en las relaciones bolleras en contextos sexo-afectivos y que tan pocas veces las nombramos y pensamos en colectivo.

Laura Bugalhoviene desde Compostela como ponente en la charla “De la lucha Transexual a la lucha Transfeminista lésbica“. En los márgenes de la sociedad las sinergias existen. Laura es activista del feminismo, el sindicalismo, el soberanismo gallego, para acabar con el racismo y la xenofobia o favor el colectivo LGTBQ+ y las personas migrantes. Años de lucha, sin descanso y desde todos los campos de batalla, en pro de un mundo algo mejor.

El “Colectivo Medeak” viene desde Donostia cargo de la “Charla PostPorno”donde se analiza la relación entre feminismo y pornografía, abordando la necesidad de trabajar desde el feminismo esta última. Este colectivo funciona desde el 2000, han peleado mucho por el transfeminismo siendo un referente que trabaja distintos ámbitos desde lo más clásico hasta la postpornografia.

En el segundo fin de semana comenzamos con un “Taller de Poliamor”.Lo trabajamos desde el grupo que organizamos las “Jornadas Arepabollos” y en el que queremos tejer nuevas redes de afectos y sexualidades trabajando y gestionando nuestras emociones para deconstruir el violento amor romántico.

Arantxa Hernández Piñero impartirá la charla coloquio “¿Y si dejan de quererme? Cómo sobrevivir a la lesbofobia familiar”. Muchas hemos tenido experiencias diversas con respecto a nuestras familias de origen y nuestro lesbianismo y no todas agradables, lamentablemente. ¿Pero cuáles son las causas de las reacciones adversas, los rechazos abiertos y/o las sutiles negaciones de nuestros familiares? ¿Cómo nos afectan en nuestras vidas? ¿Cómo los afrontamos? En esta charla-coloquio abordaremos estas y otras preguntas tratando de identificar aspectos clave de la lesbofobia (también de la lesbofobia interiorizada) y formas de desactivarla. Arantxa es profesora de la UNI de Zaragoza, doctora en filosofía, especialista en filosofía feminista, y además activista tanto aquí como en otros lugares con Canarias.

Mónica Cano, zaragozana, activista transfeminista y vegana, amante del punk y de los gatos. Es doctora en Filosofía, con una tesis sobre la filósofa feminista queer Judith Butler. Estudiando filosofía, la teoría feminista se metió en su vida como una necesidad imperiosa y, desde entonces, no se ha podido quitar las gafas violetas y ha tratado de llevar estas teorías a la práctica política. Mónica es monitora de autodefensa feminista, le encantan las artes marciales (practica kung fu y kali-eskrima-arnis) y los deportes de contacto (kickboxing), y nunca se separa de su bici. Ella se hace cargo de un “Taller Queerboxing” que proporciona herramientas físicas y psicológicas que potencian nuestro empoderamiento en situaciones de violencia.

Verónica Arauzo es activista militante por derechos de grupos en exclusión social, personas trans y trabajo sexual. Profesional independiente y Misstres en BDSM y militante de derechos sociales. Viaja a las Jornadas desde Barcelona para compartir la charla “Empoderamiento del Trabajo Sexual desde una perspectiva Anarkotransfeminista”.

AzuAtratrix viene desde Guadalaja para compartir dos actividades. “Taller de Shibari” en el que un grupo reducido aprenderemos a atar o nos dejaremos atar, depende cuál sea nuestra fantasía. Y a continuación podremos disfrutar de una “performance” en la que podremos comprobar lo que se puede llegar a hacer con cuerdas. Azues una de las organizadoras de una nueva iniciativa, Espacio Kimbaku Madrid, creada para amantes de las cuerdas en su versión más clásica. AzuAtratriz es estudiante de Yukinaga Max Sensei (al cual D. Azu considera su Maestro), fundador del CopenhagenShibariDojo, por tanto entiende el kinbaku como un intercambio triangular de energía entre la persona que es atada, la persona que ata y quien está observando la escena. También cogestiona, junto con Proa Proeza, el espacio HitchinBitchis, en su versión española, fulanas atadoras, espacio donde mujeres que atan se reúnen para compartir de modo horizontal sus conocimientos de cuerdas.

Las 7 menos 20” es un colectivo transfeminista de Vitoria-Gasteiz y viajan hasta Zaragoza para estar al cargo del Taller “Arnés para dildo con cámara de bici”. En el que haremos arneses para dildos reutilizando viejas cámaras de rueda de bici.¿Eres ciclobollo y no sabes qué hacer con tu vieja cámara pinchada? ¡Recíclala! ¡Hazte un arnés! ¡Que placer!

Tino Mutant y Belén Zer, mecánicxs y activistas transfeministas, hacen manitas con las bicis y se empoderan con ellas frente a la dictadura machista y heteropatriarcal. Disfrutaremos de su Taller de mecánica básica de bicis. “Haciendo “manitas” con nuestras bicis”.

Por último y como cierre de talleres en las I Jornadas Arepabollos en Zaragoza tenemos el “Taller Pensando sobre el consentimiento”que estará a cargo de “Transfeminist Reading Group de la Eskalera” Una actividad para explorar y reflexionar de manera individual y colectiva las ideas que tenemos sobre el concepto de “consentimiento”. Para así, aumentar las herramientas y ver cómo aplicamos el consentimiento en nuestras relaciones sexo-afectivas.”Somos 4 feministas muy motivadas que vimos la necesidad de trabajar el tema del consentimiento sexual desde lo colectivo y lo público. Nos conocimos a raíz de un grupo de lectura y reflexión transfeminista en inglés que montamos en la EskaleraKarakola. Allí, nos enganchó mucho la lectura que hicimos de un fanzine que hablaba sobre consentimiento y nos animamos a compartirlo con otres en forma de taller”

También tendremos concierto de Akelarre con letras llenas de mensaje político transfeminista, comidas veganas y fiestas para bailotear mucho.

 

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Análisis

En torno a la vigencia de la teoría educativa crítica y la pedagogía emancipadoras (I)

 

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Actualmente, el mundo de la educación vive una importante incertidumbre, debido principalmente a los ataques neoliberales y los recortes sobre el sistema educativo estatal-público, por su endémica indefinición y burocratización estructural, así como por el olvido de determinadas bases teóricas para rearmar la educación como hecho sociohistórico de primer orden. Desde una óptica crítica se puede analizar el devenir de los modelos público-estatales desde mediados del siglo XIX hasta el momento actual, sumidos en la vorágine de otra de las cíclicas crisis capitalistas, están más sometidos que nunca a los rigores del mercado y la sociedad credencialista. No en vano, la educación es uno de los espacios sociales privilegiados para la observación de conflictos, y es por ello, que se precisa de una reflexión acerca de los orígenes históricos tanto de la universalización de la educación en el occidente europeo como de aquellas alternativas que pueden, desde una perspectiva más crítica y comprometida, retomar el ideal ilustrado de la emancipación a través de la educación.

Cuando el hecho educativo se trata de uniformar para una gran cantidad de población, sus bases acaban pervirtiéndose en favor del capital humano y el “interés nacional”, como meta productiva de los aprendizajes en una sociedad tardomoderna

Cuando se habla de educación debe hacerse desde una perspectiva integral y socialmente transversal, pues el hecho educativo es tan cotidiano que impregna la esfera social de la práctica totalidad de la ciudadanía. No debe confundirse con sus estructuras formales que por ley obligan a una escolarización controlada por agentes tecnocráticos, expertos técnicos en lo que se ha venido a llamar la Nueva Gestión Pública, de clara herencia turboliberal. Cuando el hecho educativo se trata de uniformar para una gran cantidad de población, sus bases acaban pervirtiéndose en favor del capital humano y el “interés nacional”, como meta productiva de los aprendizajes en una sociedad tardomoderna. La educación estatalizada ha tergiversado la cultura del progreso de masas por verse sometida a las exigencias de la ideología conservadora, que acaba otorgando a la productividad, la eficiencia y la calidad mayor valor simbólico que el desarrollo humanista del individuo. En suma, cuando la educación se convierte en un negocio excluyente y especulativo es necesario desarrollar una revisión de sus bases sociales y constitutivas hacia modelos más democráticos, populares y autogestionados. Para corroborar esta idea, se quiere suscitar con este análisis teórico y práctico, un estado de la cuestión que contribuya a la promoción de un nuevo ideario educativo progresista.

Arqueología de la pedagogía emancipadora

Partiendo de una necesaria revisión acerca de la historia de la educación, se pueden encontrar experiencias y corrientes de pensamiento que han abrazado otros modos de enseñar y educar sin coacción ni adoctrinamiento. Desde las modalidades educacionales del mundo clásico, pasando por la escolástica medieval y moderna, nos topamos con un punto de inflexión clave en el llamado siglo de las Luces y el pensamiento ilustrado. El origen de una nueva concepción del ser humano, del niño y de su educación en sociedad hunde sus raíces en el Emilio o de la educación de Rousseau, que abre las puertas a una percepción del hecho educativo como fenómeno central en la sociedad. Partiendo de las ideas de Rabelais, Montaigne, Locke y Godwin, Rousseau planteaba un naturalismo biológico que reconocía al niño como sujeto en sí, algo que chocaba con la concepción educativa tradicional; el reconocimiento de la infancia y sus fases evolutivas dará una nueva dimensión a su propuesta educativa. Bajo el prisma ilustrado, caracterizado por cierto naturalismo espontaneista, se considera que el ser humano se forma a posteriori a medida que va desarrollando actos en un contexto específico. A pesar de que pensadores como Bakunin criticaron su determinismo social es innegable que el bagaje rousseauniano, basado también en la observación y la experimentación del ser humano con respecto a la naturaleza, caló hondo en la obra de Pestalozzi, Froebel y Herbart; así como en futuras corrientes pedagógicas como la Escuela Nueva y experimentaciones prácticas como la escuela Yosnaia Poliana de Tolstoi y otras procedentes del mundo del socialismo utópico, como los falansterios de Fourier y la escuela de New Larnack de Owen. De estas incipientes ideas y embrionarios proyectos educativos comunitarios se extrae el paidocentrismo como una de sus principales piedras de toque, un enfoque educativo que sitúa al educando en el papel protagonista de su propio aprendizaje y que trata de estimular entornos en los que pueda libremente desarrollar todas sus potencialidades.

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Ya en el siglo XIX y durante el turbulento devenir de las luchas entre liberalismo y Antiguo Régimen, y posteriormente, entre liberalismo, nacionalismo y socialismo en sus distintas variantes, se van desarrollando al calor de las revoluciones liberal-nacionales unos sistemas educativos que tratan de estructurar unas nuevas formas de encuadramiento social. Si bien y no con pocos retrasos y reticencias, se ponía un teórico fin al trabajo infantil y se reconducirá el ingreso en el mundo adulto de los futuros ciudadanos a través de las emergentes organizaciones escolares, éstas adolecían de la suficiente permeabilidad social y de un paternalismo que unía a la escuela a otras instituciones y organizaciones sociales modernas, como el cuartel, la cárcel, el hospital, los manicomios y el ejército. Los avances progresivos, plasmados en políticas como las conocidas leyes del ministro francés Jules Ferry, quedaron a la larga ensombrecidos por una pedagogía tradicional, punitiva y memorística constreñida desde el poder político y legislativo. En suma, se acabarán creando unos mastodónticos sistemas de educación universal de masas que respondían más a las exigencias socio-productivas e ideológicas que las propias del respeto al niño y su desarrollo humanista. La escuela a finales del siglo XIX se constituyó como un aparato de reproducción elitista y de exclusión social basado en la transmisión del statu quo vigente.

Los avances progresivos, plasmados en políticas como las conocidas leyes del ministro francés Jules Ferry, quedaron a la larga ensombrecidos por una pedagogía tradicional, punitiva y memorística constreñida desde el poder político y legislativo

Pronto surgieron corrientes críticas contra el formato punitivo e impuesto de la educación en el occidente Europeo y en Norteamérica. La llamada escuela tradicional se enfrentó a la corriente de la Escuela Nueva, que desde ambos lados del Atlántico promovió una concepción educativa y pedagógica alternativa y progresista. Destacó en EEUU la figura de John Dewey quien, imbuido del característico pragmatismo americano de la época y una ideología avanzada, plasmó como pocos un compromiso por el cambio pedagógico ligado a su vez con el consiguiente cambio social. El activismo educativo de Dewey y su concepción pedagógica, que puede seguirse a través de Democracia y educación, se centran en una suerte de naturalismo biológico y en el método del problema, es decir, una estrategia que hace valer las experiencias reales de los niños para la resolución de los conflictos de su entorno de una manera consciente. Desde Europa, los principales promotores de la Escuela Nueva o Activa, Décroly, Ferrière, Cleparede, Montessori o Kilpatrick, plantearon una dura crítica frente a la institución escolar vigente. Como sus homólogos norteamericanos, el movimiento europeo desde una visión paidocentrista, situaba al educando en un lugar protagonista dentro de su enseñanza, la cual debía estar íntimamente ligada a la realidad social circundante. Décroly aportó al futuro de la pedagogía la globalización de los contenidos curriculares, de tal forma que el conocimiento no quedaba parcelado en disciplinas sino que se primaba su combinación y una conexión con la vida apoyada en núcleos temáticos significativos. Junto a estos aportes encontramos el método de proyectos de Kilpatrick, con el que se intenta realzar la libertad y la responsabilidad individual y grupal respetando a su vez los ritmos de cada estudiante. El conjunto de la Escuela Nueva abrazó la experimentación psicológica y educativa para generar espacios de aprendizaje y métodos de enseñanza divergentes a los tradicionales. Esta impronta impregnará a las generaciones pedagógicas posteriores y a los futuros sistemas educativos del siglo XX, que no siempre las utilizarán de modo neutro y no instrumentalizado.

Educación y movimiento obrero

El largo siglo XIX y el desarrollo de las ideologías obreras producirán también experiencias prácticas de educación alternativa que se une al compromiso por el cambio social. El socialismo utópico se reelaboró para el mundo pedagógico bajo un tamiz libertario que cristalizará en proyectos tan relevantes como el orfanato Prévost de Cempuis de Paul Robin. Robin entendía que si la escuela respeta la naturaleza intrínseca de los niños, ésta puede funcionar como un instrumento de emancipación. Sobre esta base edificó un ideario teórico y práctico de educación integral, antiautoritaria e igualitaria, apoyando a su vez el internacionalismo pacífico y la liberación de la mujer. La educación en Cempuis se basaba en una combinación de educación intelectual-científica y física que mediante el método experimental inductivo hacía de la observación y el descubrimiento la senda de los aprendizajes. La viabilidad del proyecto alternativo de Robin, desarrollado entre 1880 y 1894, causó sensación en su época, para bien o para mal, pues defendía la coeducación y el rechazo de los libros y los castigos, generando simpatías y odios por igual en la sociedad decimonónica finisecular. Su legado caló hondo y se dejó sentir en posteriores experiencias de educación libertaria y antiautoritaria, como La Colmena de Faure, la Escuela Moderna a cargo de Ferrer y Guardia y experiencias del periodo de entreguerras como por ejemplo las escuelas experimentales de Hamburgo o la educación popular-revolucionaria del periodo de las colectivizaciones durante la guerra civil española.

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Faure consagró buena parte de su vida a la militancia, pues fue un prolífico intelectual cofundador junto a Louise Michel de Le Libertaire y otros tanto periódicos y obras integrales como la Énciclopedie anarchiste de 1934. Durante su vida tuvo la oportunidad de desarrollar el proyecto de La Colmena (La Ruche) en Rambouillet, desde donde promoverá una modalidad educativa basada en dos principios: la promoción de aprendizajes variados y prácticos así como el establecimiento de relaciones de solidaridad tanto dentro de La Ruche como con respecto al resto de la sociedad. El mismo Faure afirmaba que La Ruche no era una escuela, ni un internado, ni un orfanato sino “es al mismo tiempo que una obra de solidaridad, una especie de laboratorio donde se experimentan métodos nuevos de pedagogía y de educación”. Esta atípica escuela, impregnada del espíritu “mesiánico libertario” y del neomaltusianismo de la época, pervivió hasta que en 1917 fue clausurada por el gobierno francés en pleno contexto de la Gran Guerra. Sobre un proyecto educativo articulado a modo de cooperativa integral se impartían distintos tipos de instrucción, más general o bien más técnica, organizadas a través de talleres que con el tiempo se convirtieron en un sistema de autoempleo para los antiguos alumnos y de autofinanciación, pues sus manufacturas se vendían a los sindicatos anarquistas de Paris. La idea de Faure rechazaba en suma los premios y castigos al considerar que el papel de la enseñanza consiste en tratar de desarrollar en plenitud las capacidades físicas, intelectuales y morales de los niños.

Práctica educativa libertaria en el estado Español: Ferrer y Guardia.

Las conexiones políticas, y en suma pedagógicas, del tridente Francia, España e Italia de finales del XIX y principios del XX, hizo que casi en paralelo se diera el proyecto educativo integral, racional, mixto y científico de Ferrer y Guardia en la Escuela Moderna de la calle Bailén de Barcelona desde 1901. La máxima de esta escuela, que sobrevivió como otros ejemplos hasta que la represión se cebó con ellas, era una propuesta educativa antiestatal, anticlerical, no competitiva, ni punitiva ni evaluativa. Como en otras experiencias, la conexión con el medio socio-político y el contexto real de los niños se convertía en un medio de descubrimiento y formación caracterizado por plasmar una suerte de política prefigurativa escolar mediante la educación de sexos y clases, el respeto a la libertad y la creatividad, así como el cuidado de unas relaciones afectivas solidarias. Ferrer realzó la importancia de la vertiente emocional, individual y colectiva, promoviendo interacciones sustentadas en la confianza, el compañerismo y la camaradería. También supuso una evolución su uso de materiales y recursos pedagógicos, franceses principalmente, para provocar situaciones de aprendizaje y de indagación empírica complementadas con salidas al campo y a distintos centros de trabajo conectando desde un prisma emancipador al niño con su realidad contextual. La educación de adultos y otras de las diferencias con las escuelas tradicionales, eran sus buenas condiciones materiales y el eugenismo que caracterizaba a la escuela moderna de Ferrer, frente a las condiciones miserables de la escuela nacional de la época. Ferrer plasmará como nadie hasta entonces, la vía educativa emancipadora vehiculada a través de la ciencia y la razón para alcanzar el objetivo de la Escuela Moderna, que como él mismo señalo en su programa original, consistía “en hacer que los niños y niñas que se le confíen lleguen a ser personas instruidas, verídicas, justas y libres de todo prejuicio”. Para ello, sustituirá el estudio dogmático por el razonado de las ciencias sociales. Ferrer, cuyo proyecto se cerró tras la represión desencadenada tras el atentado contra Alfonso XIII, será finalmente ejecutado a raíz de su supuesta conspiración para la promoción de la “Semana Trágica”, fundamentada en pruebas de escasa legalidad que lo llevarían a su muerte en Montjuic, iniciándose una enérgica repulsa a nivel internacional y el inicio de su aura como mártir de la educación antiautoritaria. Antes de su muerte, Ferrer fundó la Liga Internacional para la Educación Racional de la Infancia y creó la Biblioteca de la Escuela Moderna con obras como Las aventuras de Nono de Jean Grave de 1901, Sembrando flores de Federico Urales de 1906 y las obras del geógrafo libertario francés Eliseo Reclús (el cual dará nombre a la escuela fundada por Félix Carrasquer de Barcelona en 1935, promotor a su vez de la Escuela de Militantes Libertarios de Monzón).

Ferrer y Guardia realzó la importancia de la vertiente emocional, individual y colectiva, promoviendo interacciones sustentadas en la confianza, el compañerismo y la camaradería

La propuesta ferreriana encuentra su conexión con la psicopedagogía libertaria de Liebling y la idea del maestro compañero de Schimd y se ve reflejada en otras propuestas como las escuelas del self-government de Hamburgo, la no directividad de Homer Lane en la Little Commonwalth School y de Neill en su proyecto de Summerhill, además de en otras corrientes no estrictamente libertarias, como el cooperativismo freudomarxista de Freinet. Con respecto a las escuelas de Hamburgo cabe decir que se trataban de comunidades basadas en la máxima de un “laissez-faire” y la planteamiento del “pájaro migratorio” de Wyneken, impregnadas de nihilismo educativo en el delicado periodo de entreguerras alemán. Estas experiencias, con sus múltiples pros y contras, trataron de establecer unas relaciones educativas basadas en el autogobierno, la autonomía y la camaradería. Este modelo que se extendió a otras ciudades alemanas durante la República de Weimar, transformó el rol y el perfil del docente, que se convertía en un “compañero”, guía y animador no dirigista de los aprendizajes. De este modo se trataba de inculcar en los alumnos una socialización no impuesta que en el mejor de los casos pudieran proyectar en el futuro en el conjunto de la sociedad. El trabajo en el aula se fundamentaba en el trabajo por proyectos cooperativos y la libertad de elección por parte de los alumnos, tratando de limitar la distancia existente entre la escuela, la cultura y la sociedad. Estas experiencias renovadoras basadas en una disciplina de responsabilidad propia y de amor al prójimo, pudieron experimentar los límites del autoritarismo escolar y unas formas educativas tan revolucionarias como polémicas que comenzarían su declive desde 1925 al plegarse a la nueva normativa académica de 1925 y decaer hasta ser finalmente abortadas con el ascenso del nazismo.

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El caso de Summerhill es especialmente reseñable, pues su fundación por Neill en Leiston (Suffolck, Inglaterra) desde 1921, ha mantenido hasta nuestros, ahora bajo la gestión de la hija de éste, Zoe, un proyecto radicalmente no directivo basado en la pedagogía de la libertad. En esta corriente pedagógica encontramos uno de los conglomerados referenciales más interesantes por combinar el sustrato rousseuauniano con el aporte libertario y del freudomarxismo psicoanalítico de Reich y Lane, inédito en el terreno educativo hasta entonces. Neill, considerado por Ferriére como “el enfant terrible de la pedagogía extremista en Inglaterra” proponía un modelo educativo antagónico al sistema educativo británico y la constricción moral impuesta por el anglicismo religioso. A diferencia de la escuela tradicional británica, Neill desarrolló un espacio en el que los niños pudieran ser respetados en su estado natural, de desarrollo autónomo y no inducidos por el presumible desarrollo que para ellos tiene reservado el mundo adulto. Denunció la represión sexual y la falta de cariño como causas de las principales patologías psicológicas de la sociedad, ya que las trabas represivas del orden económico, político y social socavan las posibilidades de llevar a cabo una revolución a nivel personal y colectivo. Es la búsqueda de la felicidad lo que mueve principalmente el ideario pedagógico de Neill y su alternativa escolar tiene como motor la plena libertad de decisión y desenvolvimiento de los niños que acuden a ella. Con ese fundamento, Neill defendía en cuanto a la felicidad en libertad que prefería “un barrendero feliz que a un Primer Ministro neurótico” al entender que “jamás un hombre feliz creó un problema en una reunión, se declaró a favor de la guerra o linchó a un negro. Ningún hombre feliz ha asesinado o cometido un robo. Ningún patrón feliz ha asustado jamás a sus empleados”.

El trato igualitario entre adultos y jóvenes será una constante orientada, según Neill, a evitar una futura “vida de inferioridad y servilismo” y a fomentar un ambiente de afecto que limite las malas conductas

La defensa de la libertad y la crítica al dogmatismo religioso y al estado capitalista impregnan las interacciones y la organización de Summerhill, basada en distintas asambleas o “meetings” en los que se discuten en comunidad todos los aspectos concernientes a la escuela y la resolución de conflictos, de manera horizontal y dando un espacio protagonista a la participación democrática y directa de los niños y niñas. Gracias a este funcionamiento, los niños y niñas de Summerhill adquirían madurez, responsabilidad y autonomía entroncando con el objetivo de Neill de alcanzar “la libertad, no el dejar hacer”. Otros elementos relevantes dentro de Summerhill son la ausencia de exámenes y calificaciones así como la posibilidad de los niños de poder asistir o no a las clases, teniendo libertad para desarrollar sus propios aprendizajes en talleres o con el contacto con la naturaleza. El trato igualitario entre adultos y jóvenes será una constante orientada, según Neill, a evitar una futura “vida de inferioridad y servilismo” y a fomentar un ambiente de afecto que limite las malas conductas. En consecuencia, libertad y amor van de la mano para el pleno desarrollo de los jóvenes dentro de esta “república de niños” defendiendo estos valores frente a la coacción y el determinismo de la sociedad. El legado de Neill se complementa con otras tendencias antiautoritarias como la de Rogers y la no directividad, que considera la empatía, la confianza así como la autenticidad personal y moral, la vía para el pleno desarrollo personal. A pesar de las críticas recibidas y del acoso administrativo, ni las inspecciones gubernamentales ni el neoliberalismo educativo de Tatcher mediante las Reforms Acts de 1988, han podido clausurar un ejemplo escolar que evidencia, a tenor de la vida adulta llevada por sus distintas generaciones de alumnos, la posibilidad de alcanzar unas realidades educativas más sanas y humanas en el respeto a la libertad del niño y el fomento de la responsabilidad y la autonomía futuras.

[Este artículo es la primera parte de un texto más amplio, cuya siguiente parte será publicada próximamente]


Texto: Juan Lorenzo Lacruz

Imágenes: Archivo del autor


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