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Al sol que más calienta

Estos últimos días se están sucediendo movimientos en torno a las candidaturas de Ciudadanos, tanto para la Comunidad Autónoma de Madrid como para el ayuntamiento de Barcelona, para las próximas autonómicas y municipales de 2019. Para la primera se ha rumoreado a Vargas Llosa, para la segunda a Manuel Valls.

En el primer caso Albert Rivera ya ha dicho aquello de “lo desmentimos, pero no es mala idea”, en una clara estrategia de toma de temperatura o globo sonda. En el caso de Valls, es el propio político quien se postulaba diciendo que hay que generar una candidatura con posibilidades de ganar, es decir, una candidatura unitaria en modo “Marea ciudadana” de los constitucionalistas en Barcelona.

Considero que estamos ante un nuevo tipo de candidatura política que va más allá de que un inmigrante nacionalizado, o hijo de primera generación que se presenta con posibilidades en dos plazas de gran importancia. No estamos ante una Anne Hidalgo, nacida en España en 1959, y que ahora es la actual alcaldesa de París, o el propio Manuel Valls (en un primer momento) hijo de inmigrante español y suiza en Francia, pero nacido en Barcelona por mero “capricho” familiar.

Estamos ante dos personas que han sido líderes políticos activos, destacados y de muy primer orden en otros países que juegan una suerte de nomadismo político global, cual directivo o alto ejecutivo de una empresa multinacional, con la maleta siempre preparada para llevar la dirección de la sede en Chile, Indonesia o Nueva Zelanda.

Vargas Llosa fue candidato a las elecciones peruanas en 1990 y apenas unos días antes las encuestas le daban la victoria, frente a un Fujimori que apenas contaba con un 10%, pero finalmente se dio la vuelta al resultado. De Valls, poco se pude añadir, primer ministro de Francia desde el 31 de marzo de 2014 hasta el 6 de diciembre de 2016.

Existe un precedente de este nomadismo político, Mijeíl Saakashvili. El que fuera presidente Georgiano durante la Guerra de los cinco días en 2008 contra Rusia. En 2013 acabó su mandato bajo acusaciones de corrupción, y en mayo de 2015 el presidente ucraniano Poroshenko lo nombró gobernador de la importante región de Odessa; en noviembre de 2016 fue cesado, se le retiró la nacionalidad ucraniana, huyó del país, pero regresó de manera ilegal fundando el “Movimiento de Nuevas Fuerzas”, siendo en la actualidad uno de los líderes de la oposición ucraniana.

El mero hecho de que nadie haya objetado nada en público a estos dos globos sonda implica que ya es hegemónica esta idea de nomadismo político global, cualitativamente muy diferente a un nomadismo que se puede confundir con el transfuguismo político. Creo que estamos ante otra cosa.

También considero que es un fenómeno que se ampliará en el futuro. Es el modelo más desarrollado por las élites de la globalización de las que hablaba el siempre tan citado sociólogo Bauman, cuyo tipo ideal de su modernidad líquida es un individuo que pulula por el mundo conectado a un wifi global y que trabaja bajo demanda con movilidad planetaria.

Autor: Miguel Montañés

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Comprad oro, ¡malditos!


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Pese a que las polémicas domésticas en el Spanish State no nos dejan ver el bosque, el mundo se encuentra en una especie de 3ª guerra mundial económico-militar que vamos a intentar, y valga la pseudo-redundancia, bosquejar.

Por un lado tenemos el bloque anglo-saudí-israelí. Este bloque se encuentra en una guerra interna entre el denominado Estado Profundo (Deep State) y el gobierno de Donald Trump. De esa tensión intra-bloque se entienden algunas acciones. Si Donald Trump era acusado de ser amigo de Putin ¿Por qué hace pocas semanas se expulsó a docenas de diplomáticos rusos ante unas acusaciones sin pruebas ni juicio sobre el envenenamiento del señor Skripal? ¿Por qué Rusia avisa tanto a EEUU como a Israel de que sus ataques sobre Siria tendrían consecuencias si salen heridos o muertos ciudadanos rusos?
Estas idas y venidas, esta relación amor-odio entre EEUU y Rusia no tienen más sentido que un ejercicio de movimientos en continuo equilibrio en esta pugna entre el Deep State (conglomerado financiero-militar) y el Gobierno de Donald Trump.

Como ejemplo paradigmático de esta movilidad y estrategias gaseosas (es decir, considerar largo plazo políticas a seis meses vista) tenemos a la figura de Erdogan en Turquía, que ha pasado en apenas un año y medio de comprar millones de barriles de petróleo al ISIS y estar detrás de ataques a aviones rusos, a firmar acuerdos con Rusia… y todo después del intento de golpe de Estado en Turquía por parte de los gülenistas, una especie de sub-sector dentro del ejército, cuyo miembro más destacado (Fethullah Gülen) se encuentra exiliado en Estados Unidos (Saylorsburg, Pensilvania), parece ser que al Deep State le gusta generar caos per se.
De tal manera el señor Erdogan ha pasado del “buenismo” de hablar de Alianza de Civilizaciones con el expresidente español Zapatero, apoyar el bloque anglo-saudi-israelí con incluso apoyos puntuales al diabólico ISIS, a situarse cerca del otro bloque que vamos a citar, el ruso-chino. La denominada geometría variable, más allá de ser un concepto teórico se concreta en la práctica en estas idas y venidas que imposibilitan cualquier análisis estable en el corto plazo.

El bloque ruso-chino se está moviendo inteligentemente en los últimos tiempos, y lejos de priorizar únicamente el tema militar están intentando generar una alternativa tanto al FMI, al sistema SWIFT de comunicación financiera y al petrodólar.

Centrándonos en el título del artículo, hablemos del petrodólar. De todos es sabido que en 1971 el presidente Nixon (poco antes de que estallara el caso Watergate) deja campar libremente al dólar desvinculándolo del patrón oro. A su vez EE.UU consiguió que el precio del petróleo estuviese vinculado al dólar, naciendo el concepto de petrodólar. En resumen: para comprar petróleo cualquier país del mundo tenía que comprar en primera instancia dólares. De esa manera la FED (algo así como el Banco Nacional de Estados Unidos, aunque no exactamente lo mismo que entendemos en Europa) imprimía dólares con los que inundaba el mercado mundial, digamos que exportaba su inflación al resto del mundo. Esta máquina de imprimir más la coerción de su ejército (los famosos siete portaviones) garantizaba esta preponderancia económico-militar de EE.UU.

Pues bien, el pasado 26 de marzo el Gobierno Chino lanza al mercado el petroyuán como alternativa al petrodólar. Es una decisión que no se toma a la ligera, ya que se han producido varios anuncios de su emisión que al final quedaron en nada. También se parte de una especie de Banco mundial alternativo, el llamado Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, fundado el 15 de julio de 2015. En cuanto a la alternativa al sistema SWIFT, tenemos, entro otros, el sistema CIPS de China.

Una vez lanzado el petroyuán, parece que no ha habido ninguna catástrofe económica, tal vez una complejización más de la situación internacional. ¿No ha pasado nada económicamente hablando? ¿Esos agoreros que hablaban del principio del fin el 26 de marzo se han vuelto a equivocar? Falso, ha pasado algo muy importante. El anuncio de un proyecto de Ley en el congreso de Estados Unidos, para de aquí en un plazo de 30 meses volver a la paridad del dólar y el oro que se había desvinculado, como decíamos, en 1971. Se trata del proyecto de Ley H.R. 5404 que pueden ver aquí . Se puede leer fácilmente su fundamentación y se observa que ese plazo de 30 meses es flexible, es decir, que si la situación lo requiriese se podría acelerar. Esto es un cambio total de la economía que la mayoría de nosotros hemos conocido.

Es por ello que el oro tenderá a revalorizarse en el futuro y desde aquí recomiendo tener parte de los ahorros en este metal. Recomiendo metal físico y no tanto productos financieros en base a oro no físico (futuros y otros). A parte de comprar oro y guardarlo en casa, existen alternativas de oro guardado en bóvedas de las cuales no voy a hacer publicidad, pero con algún buscador y el traductor de inglés es fácil encontrar.

Mientras parece que se avecina una guerra anglo-saudi-israelí frente al bloque ruso-chino, EEUU saca un proyecto de ley que lejos de entenderse como un enfrentamiento al petroyuán se ve como una acomodación a la situación futura, por lo que los dimes y diretes, idas y venidas de las últimas semanas no serían más que movimientos tácticos en esa guerra interna entre el gobierno de Donald Trump y el Deep State, aunque cuesten vidas humanas.

 

Autor: Miguel Montañés