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Al sol que más calienta

Estos últimos días se están sucediendo movimientos en torno a las candidaturas de Ciudadanos, tanto para la Comunidad Autónoma de Madrid como para el ayuntamiento de Barcelona, para las próximas autonómicas y municipales de 2019. Para la primera se ha rumoreado a Vargas Llosa, para la segunda a Manuel Valls.

En el primer caso Albert Rivera ya ha dicho aquello de “lo desmentimos, pero no es mala idea”, en una clara estrategia de toma de temperatura o globo sonda. En el caso de Valls, es el propio político quien se postulaba diciendo que hay que generar una candidatura con posibilidades de ganar, es decir, una candidatura unitaria en modo “Marea ciudadana” de los constitucionalistas en Barcelona.

Considero que estamos ante un nuevo tipo de candidatura política que va más allá de que un inmigrante nacionalizado, o hijo de primera generación que se presenta con posibilidades en dos plazas de gran importancia. No estamos ante una Anne Hidalgo, nacida en España en 1959, y que ahora es la actual alcaldesa de París, o el propio Manuel Valls (en un primer momento) hijo de inmigrante español y suiza en Francia, pero nacido en Barcelona por mero “capricho” familiar.

Estamos ante dos personas que han sido líderes políticos activos, destacados y de muy primer orden en otros países que juegan una suerte de nomadismo político global, cual directivo o alto ejecutivo de una empresa multinacional, con la maleta siempre preparada para llevar la dirección de la sede en Chile, Indonesia o Nueva Zelanda.

Vargas Llosa fue candidato a las elecciones peruanas en 1990 y apenas unos días antes las encuestas le daban la victoria, frente a un Fujimori que apenas contaba con un 10%, pero finalmente se dio la vuelta al resultado. De Valls, poco se pude añadir, primer ministro de Francia desde el 31 de marzo de 2014 hasta el 6 de diciembre de 2016.

Existe un precedente de este nomadismo político, Mijeíl Saakashvili. El que fuera presidente Georgiano durante la Guerra de los cinco días en 2008 contra Rusia. En 2013 acabó su mandato bajo acusaciones de corrupción, y en mayo de 2015 el presidente ucraniano Poroshenko lo nombró gobernador de la importante región de Odessa; en noviembre de 2016 fue cesado, se le retiró la nacionalidad ucraniana, huyó del país, pero regresó de manera ilegal fundando el “Movimiento de Nuevas Fuerzas”, siendo en la actualidad uno de los líderes de la oposición ucraniana.

El mero hecho de que nadie haya objetado nada en público a estos dos globos sonda implica que ya es hegemónica esta idea de nomadismo político global, cualitativamente muy diferente a un nomadismo que se puede confundir con el transfuguismo político. Creo que estamos ante otra cosa.

También considero que es un fenómeno que se ampliará en el futuro. Es el modelo más desarrollado por las élites de la globalización de las que hablaba el siempre tan citado sociólogo Bauman, cuyo tipo ideal de su modernidad líquida es un individuo que pulula por el mundo conectado a un wifi global y que trabaja bajo demanda con movilidad planetaria.

Autor: Miguel Montañés

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Análisis

Comprad oro, ¡malditos!


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Pese a que las polémicas domésticas en el Spanish State no nos dejan ver el bosque, el mundo se encuentra en una especie de 3ª guerra mundial económico-militar que vamos a intentar, y valga la pseudo-redundancia, bosquejar.

Por un lado tenemos el bloque anglo-saudí-israelí. Este bloque se encuentra en una guerra interna entre el denominado Estado Profundo (Deep State) y el gobierno de Donald Trump. De esa tensión intra-bloque se entienden algunas acciones. Si Donald Trump era acusado de ser amigo de Putin ¿Por qué hace pocas semanas se expulsó a docenas de diplomáticos rusos ante unas acusaciones sin pruebas ni juicio sobre el envenenamiento del señor Skripal? ¿Por qué Rusia avisa tanto a EEUU como a Israel de que sus ataques sobre Siria tendrían consecuencias si salen heridos o muertos ciudadanos rusos?
Estas idas y venidas, esta relación amor-odio entre EEUU y Rusia no tienen más sentido que un ejercicio de movimientos en continuo equilibrio en esta pugna entre el Deep State (conglomerado financiero-militar) y el Gobierno de Donald Trump.

Como ejemplo paradigmático de esta movilidad y estrategias gaseosas (es decir, considerar largo plazo políticas a seis meses vista) tenemos a la figura de Erdogan en Turquía, que ha pasado en apenas un año y medio de comprar millones de barriles de petróleo al ISIS y estar detrás de ataques a aviones rusos, a firmar acuerdos con Rusia… y todo después del intento de golpe de Estado en Turquía por parte de los gülenistas, una especie de sub-sector dentro del ejército, cuyo miembro más destacado (Fethullah Gülen) se encuentra exiliado en Estados Unidos (Saylorsburg, Pensilvania), parece ser que al Deep State le gusta generar caos per se.
De tal manera el señor Erdogan ha pasado del “buenismo” de hablar de Alianza de Civilizaciones con el expresidente español Zapatero, apoyar el bloque anglo-saudi-israelí con incluso apoyos puntuales al diabólico ISIS, a situarse cerca del otro bloque que vamos a citar, el ruso-chino. La denominada geometría variable, más allá de ser un concepto teórico se concreta en la práctica en estas idas y venidas que imposibilitan cualquier análisis estable en el corto plazo.

El bloque ruso-chino se está moviendo inteligentemente en los últimos tiempos, y lejos de priorizar únicamente el tema militar están intentando generar una alternativa tanto al FMI, al sistema SWIFT de comunicación financiera y al petrodólar.

Centrándonos en el título del artículo, hablemos del petrodólar. De todos es sabido que en 1971 el presidente Nixon (poco antes de que estallara el caso Watergate) deja campar libremente al dólar desvinculándolo del patrón oro. A su vez EE.UU consiguió que el precio del petróleo estuviese vinculado al dólar, naciendo el concepto de petrodólar. En resumen: para comprar petróleo cualquier país del mundo tenía que comprar en primera instancia dólares. De esa manera la FED (algo así como el Banco Nacional de Estados Unidos, aunque no exactamente lo mismo que entendemos en Europa) imprimía dólares con los que inundaba el mercado mundial, digamos que exportaba su inflación al resto del mundo. Esta máquina de imprimir más la coerción de su ejército (los famosos siete portaviones) garantizaba esta preponderancia económico-militar de EE.UU.

Pues bien, el pasado 26 de marzo el Gobierno Chino lanza al mercado el petroyuán como alternativa al petrodólar. Es una decisión que no se toma a la ligera, ya que se han producido varios anuncios de su emisión que al final quedaron en nada. También se parte de una especie de Banco mundial alternativo, el llamado Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS, fundado el 15 de julio de 2015. En cuanto a la alternativa al sistema SWIFT, tenemos, entro otros, el sistema CIPS de China.

Una vez lanzado el petroyuán, parece que no ha habido ninguna catástrofe económica, tal vez una complejización más de la situación internacional. ¿No ha pasado nada económicamente hablando? ¿Esos agoreros que hablaban del principio del fin el 26 de marzo se han vuelto a equivocar? Falso, ha pasado algo muy importante. El anuncio de un proyecto de Ley en el congreso de Estados Unidos, para de aquí en un plazo de 30 meses volver a la paridad del dólar y el oro que se había desvinculado, como decíamos, en 1971. Se trata del proyecto de Ley H.R. 5404 que pueden ver aquí . Se puede leer fácilmente su fundamentación y se observa que ese plazo de 30 meses es flexible, es decir, que si la situación lo requiriese se podría acelerar. Esto es un cambio total de la economía que la mayoría de nosotros hemos conocido.

Es por ello que el oro tenderá a revalorizarse en el futuro y desde aquí recomiendo tener parte de los ahorros en este metal. Recomiendo metal físico y no tanto productos financieros en base a oro no físico (futuros y otros). A parte de comprar oro y guardarlo en casa, existen alternativas de oro guardado en bóvedas de las cuales no voy a hacer publicidad, pero con algún buscador y el traductor de inglés es fácil encontrar.

Mientras parece que se avecina una guerra anglo-saudi-israelí frente al bloque ruso-chino, EEUU saca un proyecto de ley que lejos de entenderse como un enfrentamiento al petroyuán se ve como una acomodación a la situación futura, por lo que los dimes y diretes, idas y venidas de las últimas semanas no serían más que movimientos tácticos en esa guerra interna entre el gobierno de Donald Trump y el Deep State, aunque cuesten vidas humanas.

 

Autor: Miguel Montañés

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Análisis

Despoblación, nueva burbuja

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En los últimos meses parece que se ha vuelto a poner de moda hablar de la despoblación de la provincia de Teruel, en ocasiones haciendo referencia a una nueva área denominada Serranía Celtibérica, atractiva denominación formulada por un catedrático de la Universidad de Zaragoza.

Están saliendo libros, reportajes e iniciándose movimientos para generar programas especiales con dinero de Europa y, en último lugar, la solicitud de una posible eurorregión que agrupase esa área territorial. Pero más allá de dinero, nuevas estructuras burocráticas, debates o cursos de verano de la universidad, pocas soluciones reales he visto.

Solamente el diputado en Cortes de Aragón, Nacho Escartín (Podemos) sugirió algo: repoblar esas zonas con refugiados. Nadie le apoyó ni le contravino públicamente, en un más que significativo silencio que ahora no voy a abordar.

El resto de las propuestas solo tienen que ver con el dinero: inversiones, desgravaciones fiscales o nuevas estructuras burocrático-administrativas con su correspondiente dotación presupuestaria, que ya se encargarán de gestionar quienes las proponen y/o afines.

Fondos MINER, FITE, LEADER, dinero para comarcas (sección 26 del presupuesto de Aragón, del cual el 40% se distribuye a partes iguales entre las 33 comarcas sin criterio de proporcionalidad ninguno) y para diputaciones, que llevan regando de pesetas y euros desde finales de los 90 estas despobladas tierras. El fin de la burbuja económica crediticia ha supuesto la vuelta a la “normalidad” demográfica.

Y es que la narrativa de la despoblación es, como todas las narrativas, un discurso de poder. Las declaraciones solemnes no se corresponden con los actos. Los pequeños pueblos disponen, gracias a estas ayudas, de infraestructuras subvencionadas (hostales, hoteles, campings, multiservicios, bares, albergues…) que se licitan de manera poco clara (técnicamente llamados “procedimientos negociados”) y que suelen ser adjudicados a personas en situación cercana a la exclusión social, y según mi experiencia en el terreno, a poder ser de fuera de la Comunidad Autonóma de Aragón. En definitiva se adjudican a personas que no conocen la zona e implementan una mercadotecnia reactiva, no proactiva, que les aboca al fracaso.

Estos perfiles que priorizan los propios alcaldes al final no se adaptan al territorio, o ven que no hay negocio y entre los 3 y 20 meses lo abandonan, en muchas ocasiones con grandes deudas e impagos tanto a ayuntamientos como, peor aún, a proveedores, que para próximas ocasiones desconfiarán de estos nuevos emprendedores y no facilitarán los servicios y suministros a crédito, dificultando el establecimiento de estos negocios en un proceso en espiral.

Lo he visto en múltiples ocasiones; se prefiere a personas que no sean de Aragón y que no se encuentren en una situación socio-económico-intelectual que les pudiera dar cierta independencia de criterio frente al poder del alcalde de turno. Hablando claro: Se busca personas que sirvan de correa de transmisión del poder (gente humilde que no piense mucho), para generar más capital social a la autoridad local.

Pero este comportamiento de la autoridad local cuenta con el silencio, en muchas ocasiones cómplice, de los vecinos -cada vez más escasos- de la localidad. ¿Por qué se repite este apoyo social ante los frecuentes fracasos de las políticas de los alcaldes con los nuevos pobladores? Y aquí está la gran paradoja de todo esto que nos remite a esa narrativa de la despoblación como narrativa de poder: la despoblación es un discurso para legitimar peticiones de dinero (sea en forma de dinero real, de desgravación fiscal o nuevas instituciones que gestionar). Cuanta menos población haya más dinero per capita habrá, y si sigue la despoblación más legitimados están para pedir más dinero, lo cual a su vez redundará en una mayor cantidad per capita, en un círculo virtuoso o vicioso dependiendo desde donde se mire.

Aún recuerdo a un alcalde turolense de la derecha más extrema del Partido Popular preguntándome insistentemente por el tema de los refugiados. ¿Realmente le preocupaba la situación de estas personas? No, en su demanda implícita lo que quería saber es si había negocio detrás con alquiler de viviendas con la garantía de pago del Estado, y que pudiesen ser alquilados a un sobreprecio mayor que el que pudiera generar el equilibrio de precios del mercado. Alquiler con sobreprecio y garantía del estado: negocio redondo con información privilegiada.

Es por ello por lo que esta actitud de los alcaldes no cuenta con el rechazo de los habitantes de los pueblos, porque no se quiere que haya más población, se quiere que haya más dinero per capita con la excusa de la despoblación. Podríamos incluso hablar de complicidad.

Así que todas estas nuevas propuestas, esta nueva preocupación solo busca una cosa: más dinero. Estamos pues ante una nueva burbuja.

Autor: Miguel Montañés

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PIB y moralidad

Uno de los capítulos más extraños dentro de todo el proceso de crisis iniciado en 2007-08 ha sido, a mi entender, la inclusión de la prostitución y el tráfico de drogas en el cálculo del Producto Interior Bruto (P.I.B). Recordemos que fue en septiembre de 2014 cuando por la actualización de la normativa europea, de la ESA95 a la ESA2010,  hubo un cambio en la metodología de la contabilidad nacional, y entre otras cosas se introdujeron estas dos actividades ilegales. Supusieron un aumento del PIB de un 0,87%, que vinculado a los datos del déficit anual fue un “alivio” de 2.000 millones de euros ese año.

Durante los meses en que esta cuestión fue noticia, y ni que decir tiene cuando ya ha dejado de serlo, se ha producido un silencio transversal que ha ido del ultraconservadurismo del Opus Dei hasta el feminismo más combativo. Nadie, o casi nadie, ha puesto  el grito el en cielo, ni ha apelado a consideraciones morales o ideológicas en uno u otro sentido.

Capítulo sonrojante, del que ya no se  quiere hablar. Resulta aún peor cuando hay otro tipo de actividades que suponen cerca del 20% del PIB que forman parte de la economía sumergida y que no se quieren calcular. ¿Por qué sí se calcula el tráfico de cocaína o los clubes de alterne y no que un pintor cobre sin factura? Este 20% de PIB de economía sumergida “moral”, por sí sola, constituiría la economía mundial número 39, por delante incluso de Finlandia. Considerando este tipo de actividades, podría decirse que se cumplían los objetivos de déficit de sobra e incluso se entraría en superávit anual.

Si hace unos años alguien se le hubiese ocurrido la idea de incluir actividades de la economía sumergida en el PIB para así reducir el déficit, es probable que  hubiese sido calificado como “lumbreras” y las gracias y los chascarrillos hubiesen acosado ante quien tamaña idea hubiese tenido. Poco después incluyen actividades claramente ilegales, no solo informales, y el silencio es ensordecedor.

Más allá de consideraciones morales este tipo de maniobras contables pone de manifiesto que el déficit que da lugar a recortes y nos complica la existencia no es más que una mera convención del cálculo de unos denominadores y unos numeradores que se deciden y convierten en dogma…dogma hasta nueva orden.

De cambiarse la metodología de su cálculo, cambian las consecuencias. Ese deificado 0,3% de déficit anual para 2020 no es más que un acuerdo que se dio en un determinado momento entre una serie de personas en base a unos cálculos que se realizan siguiendo unos procedimientos que a su vez son contingentes. La manipulación del cambio del cálculo del P.I.B. en base a la inclusión de las drogas y la prostitución es un síntoma de la absurdez y la contingencia de unos procedimientos que dan lugar a unas cifras.

Y su aceptación acrítica por parte de la gran mayoría de la población una muestra de la maleabilidad de posicionamientos que, aparentemente solemnes, varían en función de ese poderoso caballero llamado Don Dinero.

Atrás quedan las reflexiones que hace ya algunos años hacía la izquierda en torno a la “economía de la inmoralidad”. Con el aumento del P.I.B. dando inclusión a la prostitución y generando 2.000 millones de euros extra mantendremos las subvenciones a las ONGs que trabajan con las mujeres de la calle, y con el decremento del déficit que implica la inclusión del tráfico de drogas mantendremos los convenios con entidades sociales colaboradoras del Plan Nacional de Drogas.

Autor: Miguel Montañés

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Análisis

Tipos de interés negativo y economía anti-intuitiva (II)

interes negativoOs hablaba en el primer artículo de la posibilidad de la bajada de tipos de interés en fechas próximas. Dicho y hecho, durante el final de febrero y principios de marzo hemos asistido a un rally bajista del euribor, cuyo récord alcanzó un -0,028% el 4 de marzo, recuperándose a partir del día 10 tras la reunión del BCE.

Al margen de los debates en torno a un nuevo tipo de cálculo del euribor (el llamado euribor plus) o la posibilidad o no, de que al final los bancos “paguen por las hipotecas”, estamos sin duda ante una noticia positiva para los hipotecados. Pero no dura mucho la alegría en casa del pobre ¿Dónde está la parte mala de todo esto?

En la escasísima o cuasi-nula rentabilidad que tiene el  pequeño ahorrador en productos de inversión denominados conservadores: Depósitos y cuentas remuneradas, principalmente. En estos momentos y al margen de ofertas  para nuevos clientes de 2, 3 o 4 meses, la mejor cuenta remunerada para un cliente habitual y normal, que no quiera riesgos con extraños bancos afincados  en Malta o en Inglaterra pero con ficha bancaria letona, se sitúa en un T.A.E. del 0,8%; y es ya extraño encontrarse con depósitos a 12 meses con una rentabilidad que llegue al 1%.

De seguirse por la senda de intereses negativos, podríamos llegar a ver depósitos negativos en donde el pequeño ahorrador tuviera que pagar por tener el dinero en el banco, algo que es habitual aunque no seamos del todo conscientes en las llamadas cuentas a la vista o cuentas corrientes donde con una rentabilidad del 0%, tenemos que pagar comisiones  de mantenimiento, lo cual nos da una rentabilidad negativa.

En el ámbito de los grandes mercados financieros, lo estamos viendo desde hace unos años con los bonos que emite el Tesoro Alemán con rentabilidad negativa. De continuar con intereses negativos es muy probable que el pequeño ahorrador recuperase de los bancos su dinero para evitar una depreciación de su poder adquisitivo de facto y lo guardase en el popularmente llamado “Bancolchón”, movimiento masivo que generaría como contrapartida un aumento de las rentabilidades, cosa que podría hacer tambalear el sistema bancario que, recordemos, se encuentra con una salud bastante débil, a pesar de las palabras tranquilizadoras  de los funcionarios europeos.

En este posible contexto de retirada del dinero de los bancos es donde debemos de interpretar las distintas declaraciones “criminalizadoras” del dinero en efectivo, como el de la retirada de los billetes de 500 euros o los incentivos para ser beneficiarios de las facilidades tecnológicas en apps para manejar dinero electrónico. Con un amplio porcentaje de nuestro capital en dinero digital cuasi-ilíquido sería muy fácil para los que dirigen las políticas económicas aplicar esas tasas negativas a nuestros ahorros sin posibilidad de escapatoria, incluso a través de un decreto-ley aprobado un sábado por la mañana y que entrase en vigor unas horas después.

Es llamativo como tras considerarse como algo negativo la tecnología de la cadena de bloques (blockchain) que está vinculada  a la criptodivisa  bitcoin, algunas entidades bancarias están planeando sus propias criptodivisas a través de apps de dinero electrónico. La diferencia de éstas frente al bitcoin es que mientras que en éste el libro de cuentas está altamente descentralizado (en cada uno de los usuarios de bitcoin hay un archivo de unos 62 GB que incluye todas las transacciones realizadas desde el primer minuto), en el caso de las de los bancos el libro de cuentas se encuentra centralizado en la propia entidad, la cual dispone de un poder omnímodo para hacer y deshacer y para, en lógica, aplicar intereses negativos a los depósitos en esas criptomonedas.

Nos dirigimos hacia un escenario ignoto en donde el margen de maniobra es escaso, incluso con medidas extraordinarias por parte del BCE,  y como dice el ministro Luis de Guindos en una reciente entrevista, de acabarse el espacio de maniobrabilidad de esas medidas extraordinarias nos deberíamos adentrar en cambios estructurales. ¿A qué se refiere el señor De Guindos cuando habla de cambios estructurales? Probablemente a cosas cercanas a lo que aquí venimos comentando.

 

Autor: Miguel Montañés

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Análisis

Tipos de interés negativo y economía anti-intuitiva (I)

interes negativoEstamos asistiendo a una auténtica revolución monetario-financiera de consecuencias ignotas y, sin embargo, las opiniones públicas permanecen ajenas a dicho fenómeno. El Banco de Japón  acaba de anunciar un tipo de interés negativo al -0,1% que va mucho más allá de los tipos negativos que, a modo de adelanto, veníamos viendo.

Hasta ahora dos fenómenos de interés negativo habían llamado la atención: Los bonos y letras del tesoro emitidos por Alemania (-0,39%), Finlandia (-0,38%) y otros; y  la denominada Facilidad Marginal de Depósito, es decir, dinero que aun siendo prestado por los bancos centrales, permanecía “físicamente” en los mismos (Eurozona -0,30%, Suecia -1,10%, Dinamarca -0,65%, Suiza -0,75%). Se consideraba anti-intuitivo este hecho, que choca con la manera de entender la economía por el “sentido común”. Sin embargo se trataba de aspectos como los bonos y letras o la Facilidad Marginal de Depósito que no forman parte de la cotidianidad de la actividad económico-financiera de nuestra vida diaria.

El paso dado por Japón supone, ya sí, un impacto directo en la llamada economía real. Imaginemos que Mario Draghi en la próxima reunión del BCE toma esta decisión, e incluso va un poco más allá y se establece una tasa negativa del -0,5%. Las implicaciones para nuestra vida económica personal pueden tener distintas expresiones.

¿Qué ocurriría con las hipotecas? Si bien  no hay una correlación mecánica, en principio el euribor tendería a situarse en posiciones negativas (ya está en negativo el Euribor a un mes pero la mayor parte de las hipotecas están en Euribor a un año). ¿Implicaciones? Grosso modo podríamos decir que nos pagarían por tener una hipoteca, como lo oyen. Imaginemos que tenemos una hipoteca con un diferencial del +0,4% respecto al Euribor (una entidad holandesa solía dar esos diferenciales), si restamos el  -0,5%, nos daría un -0,1%. Es decir, nos devolverían durante ese año el 0,1% de lo que debemos, si debemos 100.000 euros nos devolverían 100 euros. Ese dinero se restaría de la parte de principal que tenemos que pagar. Pagaríamos 0 euros de intereses y nos restarían 8,30 euros de la parte fija.

Pero como el banco está “abonando” 100 euros por ese capital, a efectos fiscales serían rendimientos, probablemente de capital mobiliario, teniendo que pagar en la actualidad un 20% del mismo. Con lo cual el dinero que se nos devolvería serían 80 euros, o 6,6 euros mensuales. También tendría implicaciones en el mercado inmobiliario ya que el precio de los pisos podría subir de manera más o menos moderada, ya que es un activo “por el que te pagan”.

¿Una locura anti-intuitiva? Pudiera ser, pero desde un  punto de vista pragmático sería una movimiento win-win en el mercado de las hipotecas. Por un lado aquellas personas que compraron en plena burbuja y que están en negative equity (deben más al banco de lo que vale el piso) verían como empiezan a recuperar lo perdido por una doble vía, tanto por el ingreso de esos 80 euros mensuales como por la revalorización de la tasación de sus viviendas. El estado aumentaría su recaudación tanto por la reducción de la desgravación por vivienda habitual como por el pago de ese 20% de retención de rendimientos mobiliarios. Y los bancos, por su parte, verían aumentar el precio de sus activos inmobiliarios (ajustando el valor en libros con el valor real), así como “devolvería” de una manera más beneficiosa para ellos los rescates bancarios de los gobiernos. Si todos ganan ¿por qué no?

En posteriores artículos abordaremos otras consecuencias menos optimistas de este hipotético escenario de intereses negativos.

Autor: Miguel Montañés

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Y los ricos no eran capitalistas

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Hablar de finanzas personales puede parecer, a priori, algo  insólito en una publicación de las características de Subarbre. Hablar de Libertad Financiera puede ser incluso contradictorio. Hablar de hacerse rico entraría de lleno en el campo de lo obsceno. Hablemos pues.

Desde hace unos 10-12 años y de la mano de la eclosión de los blogs, de su monetización y de las facilidades para la autopublicación y la venta de libros online, se ha puesto muy de moda el concepto de la Libertad Financiera. Se trata de una galaxia temática que se mueve entre el estilo de vida, la ideología y la planificación económica. Existen otras motivaciones más “filosóficas” que no vamos a abordar.

Si vamos a las sección de economía de las principales librerías de nuestra ciudad en busca del último libro que analice la crisis de la hipotecas subprime, haga  vaticinios de las dos próximas crisis en el Estado español o vayamos en busca del “dilema de España”, de reojo, veremos una serie de libros que hablan de “hacerse rico”, “conseguir la libertad financiera”, “jubilarse anticipadamente”, “mover el dinero” o “mejorar nuestro IQ financiero”. En un primer momento al ver sus nombres pensaremos que estamos ante vendedores de humo yankees, al estilo de los telepredicadores evangelistas, powerpointistas que dan cursos y donde el único que gana dinero es el que da el curso o, en el mejor de los casos, entusiastas del capitalismo más iracundo que hacen proselitismo del mismo.

Así pues, quien aquí escribe pensaba lo mismo. Un día empecé  a leer en diagonal un libro de estos “Padre rico, Padre pobre” de Robert Kiyosaki, un millonario estadounidense de origen hawaiano. A partir de aquí vinieron más lecturas.

Por un lado tenemos el concepto de Libertad Financiera que no se debe de confundir con el de riqueza económica. Está basado en el tiempo libre, el único activo del que realmente disponemos. Es tener la posibilidad de poder decidir qué hacemos con nuestro tiempo, para ello debemos de cubrir mediante ingresos que no nos “quiten tiempo” un determinado estilo de vida. Cuanto más frugal sea nuestro estilo de vida más posibilidades y más rápidamente podríamos conseguir la ansiada libertad financiera. Otros autores afirman que vivir en libertad para vivir de manera ruin y pobre no es un objetivo loable, mientras que existen otros que abogan por tres niveles de calidad de vida libre que se van consiguiendo paulatinamente.

¿Cómo conseguimos ese tipo de ingresos que no nos quiten tiempo y  aseguren el estilo de vida elegido? A través del ahorro el cual se consigue viviendo frugalmente. Frugalidad es uno de los leitmotivs de estos autores. Frugalidad abogada por autores que confiesan ser millonarios o que no discrepan de la economía capitalista.

Esta frugalidad va de la mano de otro concepto sorprendente: La “carrera de la rata” o rat race. Se trata de una crítica velada al consumismo que hace que por mucho que ganemos seguimos gastando acorde a esas ganancias, o nos endeudamos más, con lo cual a pesar de ese incremento en los ingresos seguimos sin disponer de nuestro tiempo.  Sería ese símil de los carruseles de las ratas de laboratorio que corren y corren y nunca alcanzan el final del camino. En esta trampa de la carrera de la rata caen muchos grandes ejecutivos que trabajan sin descanso horas y horas durante 40 años para pagar una cada vez mejor casa, y un coche nuevo cada cierto tiempo. Casas y coches que nunca dejan de pagar.

Lo que me llamó la atención es que  estamos ante autores capitalistas (incluso hiper-capitalistas como Kiyosaki), en muchos casos millonarios y amantes del dinero (entendido éste como medio y no como fin en sí mismo) que se sitúan de perfil, sino en contra, del capitalismo intuitivo. Su objetivo es  conseguir poder dominar el único activo que el ser humano dispone: el tiempo.

Ese dinero que ahorramos viviendo frugalmente tiene que ser invertido en activos que cubran nuestras necesidades y nos permitan poder decidir qué hacemos con nuestro tiempo. Para ello se necesita adquirir unos activos que generen ingresos recurrentes a lo largo del tiempo. Aquí se diferenciaría entre este tipo de activos y las ganancias de capital, que los autores rechazan, por ser mera especulación cortoplacista, otro aspecto crítico que resulta cuando menos sorprendente para quien no esté familiarizado con estos enfoques.

Para ello se debe  desarrollar nuestra inteligencia financiera (IQ financiero). Estos autores critican a los gobiernos de los países occidentales que han eliminado este tipo de conocimientos de los planes de estudio: “¿Quieren mantener a la población en la ignorancia, esclavos del trabajo, mientras ellos se siguen haciendo más ricos?”, reflexionan. La mayor parte de los asalariados no sabemos  ni la más simple interpretación de nuestras nóminas, este desconocimiento se podría incluir en esta ausencia, tal vez no inocente, de la educación financiera.

Las inversiones en activos y los retornos recurrentes de los mismos blindarían nuestra libertad financiera. Nuevamente aquí, unos dirán que hay que hacer crecer este tipo de activos para que además de ser libres financieramente podamos tener una “buena vida libre”, otros dirán que con tener unos retornos justos o con algún margen de seguridad razonable, podemos disfrutar de nuestra libertad financiera (vivir en una zona paradisíaca de Filipinas o Costa Rica con apenas 400 euros/mes de ingresos generados vía intereses).

Así pues  podríamos decir que quienes han luchado contra el capitalismo han sido doblemente vencidos. Por un lado por la persistencia del mismo, y por otro, y lo que considero tragicómico, porque se ha criticado el consumismo y la especulación cuando los más integrados en el núcleo del capitalismo lo rechazaban y su “negocio” se basaba en que los demás consumiesen y quisiesen especular, no ellos. Es como aquel que murió luchando contra la injusta meritocracia cuando lo que realmente había era un capitalismo de amiguetes en el que no se valoraban los méritos.

Autor: Miguel Montañes